Mientras los contagiados de dicho segmento etario que llegan a unidades de cuidados intensivos sin inoculación tienen una letalidad de 30%, los que ya recibieron alguna dosis registran solo un 6%.
Por estos días, el manejo y combate de la pandemia en Chile es una realidad de contrastes. Por un lado, a nivel mundial es destacada la exitosa campaña de vacunación que ha logrado abarcar a más del 40% de la población objetivo, con al menos una dosis, en menos de dos meses.
Pero esas son las luces, porque en las sombras del escenario actual la evolución de la curva de contagios ha llegado a niveles nunca antes registrados, superando los 7 mil casos al día y con una demanda asistencial que no tiene precedentes y que acerca cada vez más a la red sanitaria a un posible colapso.
Y si bien todos los expertos han asegurado que la vacunación no modificará la evolución de la pandemia antes de, al menos, mediados de abril, el Ministerio de Salud ha comenzado a realizar los primeros análisis, en los que ha detectado algunos impactos alentadores.
Panorama preliminar El ministro Enrique Paris anticipa a ‘El Mercurio’ que ya han podido comenzar a notar que ‘hay una diferencia enorme de la mortalidad de los vacunados contra los no vacunados. En la población de mayores de 60 años, los no vacunados que han ingresado a unidades de cuidados intensivos son cerca de 3 mil, y los vacunados son cerca de mil. Los vacunados con dos dosis, son aún menos’.
Mientras tanto, si se analiza la letalidad de los mayores de 60 que han ingresado a UCI, según el propio secretario de Estado, ‘en los no inmunizados es más de 30% y la letalidad en los vacunados baja a 6%, es decir, una diferencia gigantesca hasta el momento’. Así, de acuerdo con los datos preliminares, los adultos mayores que llegan a UCI sin haber sido inoculados tienen una letalidad cinco veces mayor que quienes sí recibieron al menos una dosis.
Rafael Araos, asesor estratégico del Ministerio de Salud en covid-19, es cauto y señala que ‘uno puede tener un estudio clínico con datos que se han publicado que muestran que la vacuna funciona, pero eso es bajo condiciones óptimas. Entonces, es muy importante que en la vida real, con todas las variables que pueden influir, uno trate de confirmar o no los resultados de la vacuna’.
El especialista añade que ‘ya lo estamos analizando a nivel de contagios, de enfermos, de ingreso a hospital, ingreso a UCI y fallecidos, pero como es una enfermedad lenta, todavía necesitamos más tiempo para que a la gran mayoría de la gente que ha recibido la vacuna, que ha completado su esquema, la podamos seguir por un período razonable para obtener conclusiones’.
Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y vocera del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones (Cavei), recalca que ‘las cifras son alentadoras, ojalá que los resultados sean óptimos con la introducción de la vacuna’.
Sin embargo, agrega que ‘a mí lo que me preocupa es que tenemos casi 40 mil casos a la semana y a mayor número de casos, mayor es la posibilidad de que el virus tenga la capacidad de adaptarse, de crear variantes y que esas variantes no respondan adecuadamente con las vacunas que estamos usando. Esa es una tormenta ideal: pocos vacunados, muchos contagios y la población que no se ha vacunado va a generar estas variantes que, eventualmente, para los ya vacunados la respuesta desarrollada por la vacuna pueda no ser efectiva’.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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