Aunque hay múltiples herramientas, que van desde fármacos hasta intervenciones quirúrgicas, asegurar el éxito en la baja de peso depende de características personales, de las enfermedades y hasta de la relación con la comida. Expertos explican en qué consiste cada terapia y a quiénes favorecen.
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Cuando se trata de combatir la obesidad, son múltiples las opciones con las que las personas se pueden encontrar, desde fármacos e inyecciones hasta balones intragástricos y cirugía.
Pero según los especialistas en el tema, no da lo mismo escoger uno u otro. Y la razón es que, al igual que en otras áreas de la medicina, se ha observado que el tratamiento personalizado es lo que entrega mejores resultados.
‘Algo importante que se debe entender es que no todos los pacientes son iguales’, dice Mauricio Gabrielli, cirujano digestivo del Centro de Tratamiento de la Obesidad de la Red de Salud UC Christus.
‘El hecho de que a un amigo le haya ido bien con cierta inyección o con una cirugía, no quiere decir que eso le va a funcionar a todos, porque mucho del éxito depende de qué enfermedades tengas o de tu relación con la comida. Sin duda, escoger lo más adecuado según el caso es lo ideal’, agrega.
Así, la ciencia ha desarrollado múltiples estrategias y actualmente existe una opción que funciona mejor para cada quien. Pero los médicos son enfáticos en un punto: cualquier tratamiento para la obesidad debe tener como base una alimentación muy saludable y actividad física.
‘El tratamiento de la obesidad es exactamente como una pirámide’, plantea Felipe Pantoja, nutriólogo del Centro de Nutrición y Bariátrica de Clínica Las Condes.
‘La base son cambios de estilos de vida y, de allí para arriba, viene el apoyo con otras herramientas, pero alimentación y ejercicio impulsan la pérdida de peso y el mantener lo logrado’, añade.
Aquí, él y otros médicos entregan detalles sobre el abanico de tratamientos más modernos y que más se utilizan en Chile para tratar esta enfermedad.
Recuadro
Los fármacos: se dividen en pastillas e inyecciones
1 El tratamiento con fármacos suele utilizarse en personas con índice de masa corporal (IMC) máximo de 35 y sin múltiples patologías asociadas, como diabetes o hipertensión, asegura Eliana Reyes, nutrióloga de la Clínica Universidad de los Andes. En esta clasificación hay pastillas y medicinas inyectables.
‘Las más conocidas son la fentermina, que actúa quitando el apetito, ideal para personas que comen mucho. Pero esta tiene varios efectos adversos, como irritabilidad o insomnio’, explica la doctora.
Y continúa: ‘Además, está también el contrave, una pastilla que es la mezcla entre bupropión y naltrexona y que se indica en aquellos pacientes con mucha ansiedad por comer o con síntomas de hambre emocional’.
Otra herramienta son las inyecciones de liraglutida, que se ocupan de forma diaria, y semaglutida, que se aplican de manera semanal. ‘Estas favorecen la saciedad y hacen que la persona coma menos, pero también reducen la sensación de apetito’, asegura la especialista.
A juicio de los entrevistados, es muy importante visitar a un médico antes de probar alguna de estas opciones. ‘Porque como todo fármaco, estos también tienen efectos adversos y contraindicaciones según el historial del paciente y eso debe evaluarse’, advierte Reyes.
Balones: con o sin intervención quirúrgica
2 El doctor Gabrielli, de la Red de Salud UC, explica que esta estrategia está reservada para pacientes con una obesidad leve, con un IMC máximo de 32 y que buscan adelgazar entre 10 y 15 kilos.
‘Es muy importante aclarar que con los balones solo se pierde lo que ellos prometen’, dice el doctor. Esto, a diferencia de las cirugías, por ejemplo, que al inducir cambios metabólicos impulsan la pérdida de peso más prolongada.
Según Gabrielli, una opción de balón es Elipse, el cual se ingiere en forma de cápsula, no requiere pabellón y se elimina de forma natural a través de las heces. Este permite bajar 12 kilos, en promedio.
El balón Orbera, en cambio, requiere cirugía y puede estar puesto un año. Con este se han reportado casos de quienes han bajado hasta 20 kilos.
El médico aclara que los balones también se pueden usar como terapia puente en casos de personas con IMC mayores a 50.
‘Solo para llegar a cierto peso que sea seguro para después entrar a una cirugía con menor riesgo, pero es algo que decide el equipo tratante’.
Cirugía bariátrica: cambios en el sistema digestivo
3 Los médicos consultados coinciden en que la cirugía está indicada formalmente para aquellos con IMC sobre 40 o de 35 con múltiples patologías asociadas al exceso de peso, como diabetes.
‘La razón es que se ha visto que con el bypass gástrico, por ejemplo, se liberan hormonas en el intestino que estimulan al páncreas y eso ayuda a corregir la diabetes’, dice Gabrielli.
Además del bypass, donde se crea una pequeña bolsa desde el estómago y se conecta con el intestino delgado, la otra técnica más utilizada es la gastrectomía en manga. Con ella se remueve entre 75% y 80% del estómago.
La selección, asegura, depende del historial médico del paciente y de sus objetivos. ‘Por ejemplo, una persona que sufre de reflujo severo no es candidato a gastrectomía, si no a bypass, y así se evalúa cada caso’, explica.
Por eso, la mayoría de estos pacientes pasan por un comité evaluador antes de elegir el tipo de cirugía.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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