La técnica que entrena a los linfocitos T de los pacientes contra las células tumorales ya no será un tratamiento de rescate. Un trabajo, publicado en Nature, propone su uso como primera opción.
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Empezar el tratamiento de determinados pacientes con linfoma con la terapia celular CAR-T en lugar del tratamiento convencional podría ser una realidad cercana, a tenor de los resultados de un estudio clínico, aún en fase II, pero que aporta datos alentadores en esa dirección. En ese ensayo, que se publica hoy en Nature Medicine, se muestra que adelantar el tratamiento con células CAR-T a la primera línea consigue una respuesta completa en el 78% de 37 pacientes con linfoma B de célula grande (LBDCG) de alto riesgo y una supervivencia global a los doce meses del 91%.
La terapia que utiliza linfocitos T autólogos del paciente modificados con un receptor antigénico quimérico (CAR) para dirigirlos selectivamente hacia la proteína de superficie CD19 de las células B cancerosas lleva años empleándose con éxito en un grupo de enfermos para los que ya no existían opciones terapéuticas. Pero todo apunta a que las células CAR-T no se van a quedar en el reducto del último cartucho. Recientemente, dos ensayos clínicos aleatorizados han dejado claro en sendos tratamientos CAR-T CD19 que se están utilizando ya en la clínica (axicabtagén ciloleucel y lisocabtagén) que resultan más beneficiosos que el tratamiento estándar de segunda línea (quimioterapia y trasplante autólogo) en pacientes con LBDCG.
Con el nuevo estudio que se publica hoy lunes, uno de esos tratamientos, axicabtagén ciloleucel (axi-cel) parece aportar también un mayor beneficio administrado en primera línea. Los datos indican incluso que podría aparcarse a la quimioterapia y dejar paso a este CAR-T en el tratamiento de ciertos linfomas agresivos. Es la esperanza del autor principal del ensayo, Sattva Neelapu, subdirector del Departamento de Linfoma y Mieloma del Centro del Cáncer M.D. Anderson de la Universidad de Texas (Houston), quien afirma a Diario Médico que "creemos que los resultados del estudio indican que algunos pacientes pueden evitar la quimioterapia por completo en el futuro, pero esto debe confirmarse en un ensayo aleatorizado".
En el estudio se han incluido a pacientes con LBDCG de alto riesgo, lo que implica tanto a aquellos con un IPI [índice de pronóstico internacional utilizado en linfomas] intermedio-alto o alto, como a los que tienen ciertos subtipos moleculares que son especialmente agresivos y proliferativos, como el linfoma de doble o de triple hit. Son pacientes que presentan unas tasas de respuesta a la quimioinmunoterapia estándar menores de lo habitual, al igual que una supervivencia general y libre de progresión más baja. Se ha intentado intensificar esos tratamientos en aras de lograr mejores resultados, pero sin éxito; de hecho, se estima que menos de la mitad de estos pacientes logran la remisión de la enfermedad a largo plazo.
NUEVA OPCIÓN EN PACIENTES CON MAL PRONÓSTICO
El ensayo que ahora se publica, denominado ZUMA-12, "es el primer estudio que evalúa la terapia de células T con CAR dirigida a CD19 como parte del tratamiento de primera línea para LBDCG que se centra específicamente en pacientes con este tipo de linfoma de alto riesgo que tienen una necesidad médica significativa no satisfecha", explica el onco-hematólogo a este periódico.
En el estudio se incluyeron a cuarenta pacientes con LBDCG de alto riesgo, quienes recibieron axi-cel. El 95% tenía enfermedad en estadio III/IV, el 25 % tenía un estado de doble o triple hity el 78% presentaba una puntuación en el IPI igual o superior a 3. El tratamiento fue bien tolerado, con el perfil de seguridad ya conocido de esta terapia.
Los resultados del trabajo "indican que axi-cel es muy eficaz en estos pacientes con LBDCG de alto riesgo con una tasa de respuesta general del 89% y una tasa de respuesta completa del 78%. Después de una mediana de seguimiento de unos 16 meses, el 73% de los pacientes seguía respondiendo", destaca el profesor Neelapu.
"Esto resulta bastante notable por dos aspectos: primero porque la duración de más del 70% es mucho más altade lo que se esperaría con la quimioinmunoterapia estándar en estos pacientes (con una expectativa de menos del 40% de durabilidad con la terapia estándar), y en segundo lugar, porque axi-cel induce respuestas duraderas en aproximadamente el 40% de los pacientes administrado en segunda y tercera línea. Sin embargo, cuando se usó en la terapia de primera línea en este estudio, se observaron respuestas duraderas de los pacientes superiores al 70%, lo que sugiere que la eficacia de axi-cel puede ser mucho mayor cuando se usa como primera línea. Aunque el seguimiento es corto, es muy probable que la mayoría de los pacientes que continúen con respuesta más allá de un año se curen del linfoma".
En conclusión, para el especialista, "los resultados del estudio ZUMA-12 indican que el tratamiento de pacientes de alto riesgo con axi-cel puede mejorar sustancialmente la tasa de curación, pero debe confirmarse en un ensayo aleatorizado de fase III".
LINFOCITOS MENOS TRATADOS: MÁS POTENTES.
Otra de las observaciones del trabajo atañe a la capacidad funcional de los linfocitos utilizados en líneas previas, al proceder de pacientes menos expuesto a la toxicidad de otros tratamientos. Así lo comenta Neelapu: "Esperábamos que las células T fueran probablemente menos disfuncionales en pacientes en primera línea en comparación con la tercera línea y en adelante. En consecuencia, observamos que la frecuencia de células T CCR7+CD45RA+en el producto axi-cel, que se asocia con una mayor expansión y eficacia de las células CAR-T, fue mayor en el estudio ZUMA-12 en la configuración de primera línea en comparación con el estudio ZUMA-1 en la tercera línea, lo que sugiere una mejor aptitud de las células T en el tratamiento de primera línea. Axi-cel induce respuestas duraderas en aproximadamente el 40% de los pacientes en la segunda y tercera línea. Sin embargo, cuando se usó como parte del tratamiento de primera línea en este estudio, se observaron respuestas duraderas en más del 70% de los pacientes, lo que sugiere que la eficacia de axi-cel puede ser mucho mayor cuando se usa como tratamiento de primera línea en pacientes que no han estado expuestos a varias rondas de quimioterapia".
El equipo de Neelapu planea continuar con el seguimiento del estudio para confirmar la duración de la respuesta al axi-cel de los pacientes. Además, recalcan con prudencia estos autores, se necesitarán más ensayos clínicos para demostrar definitivamente si la terapia con células CAR-T es más efectiva para los pacientes con LBDCG de alto riesgo que la quimioinmunoterapia, el estándar de atención.
Fuente / www.elmundo.es
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