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En 2019, las 10 causas principales de defunción representaron el 55% de los 55,4 millones de muertes que se produjeron en todo el mundo.
Las causas principales de defunción en el mundo, con arreglo al número total de vidas perdidas, se atribuyen a tres grandes cuestiones: las enfermedades cardiovasculares (cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares), las enfermedades respiratorias (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones de las vías respiratorias inferiores) y las afecciones neonatales, que engloban la asfixia y el traumatismo en el nacimiento, la septicemia e infecciones neonatales y las complicaciones del parto prematuro.
Las causas de defunción pueden agruparse en tres categorías: enfermedades transmisibles (enfermedades infecciosas y parasitarias y afecciones maternas, perinatales y nutricionales), enfermedades no transmisibles (crónicas) y lesiones.
Causas principales de defunción en el mundo
A nivel mundial, 7 de las 10 causas principales de defunción en 2019 fueron enfermedades no transmisibles. Estas 7 causas representaron el 44% de todas las defunciones, o el 80% del total de las 10 causas principales. No obstante, el conjunto de las enfermedades no transmisibles representó el 74% de las defunciones en el mundo en 2019.
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¿Por qué debemos conocer las causas de defunción?
Es importante saber por qué mueren las personas para mejorar su forma de vivir. Medir cuántas personas mueren cada año ayuda a determinar la eficacia de nuestros sistemas de salud y a dirigir los recursos hacia donde más se necesitan. Por ejemplo, los datos sobre mortalidad pueden ayudar a orientar las actividades y la asignación de recursos entre sectores como el transporte, la alimentación y la agricultura, y el medio ambiente, así como la salud.
La COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de que los países inviertan en sistemas de registro civil y de estadísticas vitales que permitan el recuento diario de las defunciones, y orientar las labores de prevención y tratamiento. También ha puesto de manifiesto la fragmentación inherente a los sistemas de reunión de datos en la mayoría de los países de ingresos bajos, donde las instancias normativas todavía no saben con certeza cuántas personas fallecen y por qué motivos.
Fuente: OMS
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