En cambio España, con 80% de la población vacunada y con el 66% de su población usando cubrebocas, es el país con menos infectados diarios del continente.
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Afines de abril, los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC en sus siglas en inglés) cometieron quizás el error de cálculo más grande de la pandemia. Probablemente embriagados por el fulminante efecto de las vacunas en la caída de casos, les anunciaron a las personas completamente inmunizadas que ya no necesitaban usar mascarillas, incluso en espacios cerrados, si se encontraban rodeadas de otras personas igual de vacunadas. Tres meses después, en pleno ascenso de una nueva escalada de infectados, dieron marcha atrás y les recomendaron a esos mismos vacunados que debían volver a ponerse el cubrebocas en toda circunstancia. Más o menos en la misma fecha, Israel, que hacía meses no exigía el uso de mascarillas debido al alto porcentaje de población vacunada, inició también una desalentadora ola de contagios, superior incluso a todas las anteriores.
Por supuesto, también debieron exigir el uso de mascarillas. Pues bien, la misma historia pareciera estar repitiéndose en estos instantes en Europa, que está empinándose en su cuarta ola de Covid. La tabla que acompaña estas líneas muestra el ranking de países europeos con las más altas tasas de contagio diario según el número de habitantes, además del porcentaje de la población completamente vacunada y el porcentaje de población que dice usar mascarillas en público. Los dos primeros datos son de Ourworldindata.org, dependiente de la Universidad de Oxford y basados en datos oficiales de cada país, mientras que el uso de mascarillas proviene de Covid19.healthdata.org, de la Universidad de Washington, que se basa en encuestas internacionales. Lo que parecen demostrar los datos es que la vacunación, por sí sola, no es capaz de frenar el contagio, si no va acompañada por el uso de mascarillas. Por ejemplo, Bélgica tiene al 74% de su población completamente vacunada, pero solo el 27% usa mascarilla en lugares públicos. Luego, tiene 862 casos por cada millón de habitantes al día, lo que equivale a que en Chile se registren 16.700 casos por día.
En los Países Bajos solo el 4% de su población usa mascarillas, tiene al 68% de su población vacunada con dos dosis y anota 669 casos por millón. Es como si Chile tuviese 13.000 casos al día. En cambio España, con el 80% de su población vacunada y con el 66% de sus habitantes usando mascarillas en público, solo tiene 55 casos por millón, la menor del continente. Evidentemente, los países con muy baja vacunación suelen presentar altas tasas de contagio por mucha mascarilla que usen, como lo demuestra el caso de Ucrania. La infectóloga Claudia Cortés, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, dice que durante la pandemia ocurrieron un par de cosas que cambiaron el optimista panorama que reinó en algún momento. Primero, la aparición de la variante Delta, que es tres veces más transmisible que el virus original, y segundo, la dramática disminución de la efectividad de las vacunas para prevenir el contagio. ‘El objetivo principal de las vacunas siempre ha sido evitar los casos graves y las muertes, y en eso han sido muy eficaces.
Pero hemos descubierto que después de seis meses, los anticuerpos de los vacunados bajan mucho y por eso es necesario una dosis de refuerzo’, dice. ‘Además hay que recalcar que las investigaciones han demostrado que el virus se aerosoliza, es decir, que viaja por el aire en pequeñas partículas y por eso es tan fundamental, no solo el uso de las mascarillas, sino también la ventilación de los espacios cerrados’. Luego, agrega la doctora Cortés, ‘ni aunque estuviera el 100% de los chilenos vacunados, cosa que es imposible porque aún no hay vacuna para los niños más pequeños, tendríamos que seguir usando mascarillas igual, porque siempre va a existir la posibilidad de contagio’. Jaime Labarca, jefe del Departamento de Infectología de la Escuela de Medicina de la UC, explica que las infecciones en Chile ocurren principalmente en eventos sociales ‘precisamente porque son instancias en las que no se usan las mascarillas, porque la gente come y bebe’.
‘Las personas siguen usando las mascarillas en los lugares públicos y en el trabajo, pero no en los eventos sociales, ahí es donde se contagian’, dice. ‘Incluso con tres dosis se producen contagios y los que más se contagian son los jóvenes, porque, precisamente, son los que más ofertas tienen de estos eventos’. Dicho sea de paso, según Covid19.healthdata. orgen, en Chile el 89% de la población usa mascarillas en lugares públicos, el 80% de la población está vacunada con esquema completo y tenemos 118 casos por millón de habitantes. ‘Yo creo que vamos a tener que seguir usando mascarillas hasta que toda la población tenga las tres dosis, incluyendo los niños’, calcula la doctora Cortés. ‘Yo diría que gran parte del próximo año, por lo menos’, agrega el doctor Labarca.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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