Expertos analizan eventual ‘obligación moral’ que debería considerarse para exigir la aplicación de dosis a trabajadores, en medio de la emergencia sanitaria.
El llamado rebrote de la pandemia ha vuelto a reabrir la discusión sobre la pertinencia de una obligatoriedad para inmunizar al público objetivo que aún no completa o inicia su proceso de vacunación, como en el caso de trabajadores que pudiesen figurar entre los rezagados.
Según registros del Ministerio de Salud (Minsal), hasta mediados de octubre 1,2 millones de personas mayores de 18 años aún no comenzaban el esquema de vacunación, iniciado en febrero pasado, y cuyo cumplimiento resulta voluntario.
Para Gabriel Cavada, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, ante el cansancio provocado por las cuarentenas y los menores impactos de los retrocesos en el actual plan ‘Paso a paso’, hoy la única estrategia sanitaria para contener el virus consiste en el plan de vacunación. ‘Si tenemos un grupo de trabajadores en grandes faenas de construcción o mineras en que sus circunstancias de trabajo le han impedido ir a vacunarse, entonces, podría acercarse el dispositivo de vacunas a ellos’, sostiene.
Cavada agrega que la cifra de rezagados en el plan de vacunación contra el covid-19 llega a 1,8 millones de personas, a lo que se agregaría el numeroso segmento de menores de edad entre 1 y 5 años, nacidos desde 2018 en adelante, aún no incluidos en el plan nacional de inmunización y que también figuran como susceptibles de contagios y de transmitir el virus.
Según datos del Minsal, hasta este sábado los porcentajes de menor cobertura de vacunación los registraban las regiones Metropolitana (84,7%), Tarapacá (89,0%) y Antofagasta (89,7%). El resto de las regiones mantiene sobre el 90% de cobertura.
Ante los detractores de la vacuna contra el covid-19, Cavada proyecta una errada comprensión que ‘raya en el campo ético’ de lo que debería considerarse un bien social superior.
‘El derecho colectivo está siempre sobre lo individual, y es lo que ampara que las personas con carnet de movilidad puedan desplazarse libremente. Ese es un valor social que no se ha analizado en mayor profundidad, porque además estamos sumidos en principios tremendamente individualistas’, afirma.
‘En mi opinión, sería bueno dar una mirada desde la juridicidad a la obligación moral y ética de vacunarte en una catástrofe sanitaria’, añade.
La exigencia de un denominado ‘pasaporte verde’ para trabajadores, que acredite haber cumplido el proceso de vacunación, ha impulsado protestas en Italia y Francia, entre otros países.
Una posición de rechazo que también han manifestado trabajadores en Nueva York, Estados Unidos, frente a este tipo de exigencias.
Para Gerardo Otero, socio de Ecija Otero y experto en Derecho Laboral, el artículo 184 del Código del Trabajo otorgaría lo posibilidad de que el empleador exija la vacunación a trabajadores que se desempeñan presencialmente. Esta norma obliga al empleador a adoptar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores.
‘La Inspección del Trabajo dijo, a principios de abril, que no era legítimo impedir a un trabajador ejercer su trabajo por no estar vacunado, aunque sí pedir un PCR, siempre que sea a cargo del empleador. Eso era cuando el proceso de vacunación recién comenzaba, pero hoy la realidad es otra. Cualquier persona en edad de trabajar que quiera estar vacunado puede hacerlo; y el que no lo está no es porque no pueda, sino porque no quiere’, dice.
‘Algunos sostienen que el empleador no podría exigirlo (vacunación), en cambio otros sostenemos que sí. Sobre todo cuando se trata de trabajadores con labores presenciales. Porque si yo, por ejemplo, tengo trabajadores en mi empresa vacunados y otros que no quieran hacerlo, y si en un momento alguno llegara a enfermarse por el contagio de un trabajador no vacunado, me podrían eventualmente decir ‘señor, usted no cumplió con su obligación de tomar las medidas necesarias para evitar que sus trabajadores se enfermaran’ (…). Hay un bien mayor que proteger y la vacuna hasta ahora ha demostrado ser eficiente’, precisa Otero.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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