La dosis de refuerzo con CoronaVac aumenta los anticuerpos y la respuesta inmune frente al SARS-CoV-2 y sus variantes.
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El uso de dosis de refuerzo de CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, en personas que recibieron la misma vacuna en las primeras dos dosis muestra un aumento importante de los anticuerpos neutralizantes y de la respuesta de las células T contra el SARS-CoV-2, según los resultados de un estudio liderado por investigadores de la U. Católica y del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII).
La investigación, que aún no ha sido revisada por pares, se hizo a partir de 100 participantes que forman parte del estudio científico-clínico para evaluar a Coronavac en población adulta en Chile, que comenzó a mediados del 2020 e incluye a más de 2.300 voluntarios. ‘Observamos un incremento muy importante de anticuerpos con capacidad neutralizante a las cuatro semanas después de administrada la dosis de refuerzo. Estos niveles son incluso superiores a los observados dos y cuatro semanas después de la segunda dosis’, cuenta Alexis Kalergis, director del IMII.
Este aumento, agrega, es muy relevante, ya que se había visto una caída natural de estos anticuerpos a los seis meses tras la primera dosis.
Asimismo, la dosis de refuerzo incrementa en promedio 12 veces los niveles de linfocitos T a las cuatro semanas después de aplicada. ‘Frente a una alta circulación viral y la aparición de variantes de preocupación, es importante mantener elevados los niveles de anticuerpos neutralizantes’, dice Kalergis.
Estudios recientes de la U. de Yale y de la U. de Hong Kong planteaban que la vacuna de Sinovac no sería tan efectiva frente a Ómicron; sin embargo, aquellos datos consideran solo anticuerpos neutralizantes y no la inmunidad celular que ofrecen los linfocitos T, que es clave frente a infecciones virales.
‘En nuestro estudio observamos que los anticuerpos neutralizantes después de una dosis de refuerzo reconocen a la variante Ómicron, pero con menor eficiencia, lo que es coincidente con lo reportado por el grupo de Yale. Sin embargo, la medición de los linfocitos T es clave y nosotros al hacerla, en colaboración con La Joya Institute for Immunology, no vimos una reducción en la capacidad de los linfocitos T de reconocer a proteínas de la variante Ómicron’, explica Susan Bueno, profesora titular UC y directora científica del estudio científico-clínico para CoronaVac en Chile.
Lo anterior implica que CoronaVac ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedad grave, ‘lo que estamos actualmente observando en nuestro país, ya que la mayoría de las personas que desarrolla enfermedad grave por Ómicron son aquellas que no han sido vacunadas o tienen un esquema de vacunación incompleto’, precisa Bueno.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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