Los menores de un año son los que arriesgan más complicaciones.

El colapso de las urgencias pediátricas, el estrés de la red asistencial e incluso el adelanto y extensión de las vacaciones de invierno se deben principalmente a una cosa: el aumento en los virus que circulan en ese segmento de la población.
Del total de infantes de uno a cuatro años de edad que padece patologías asociadas a la contingencia invernal más de la mitad se debe al virus sincicial este virus, cifra que supera el setenta por ciento cuando se trata de menores de doce meses.
La jefa de la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico del Hospital Clínico Félix Bulnes, dra. Marta Zamora, explica que esto se debe a que estos pacientes han tenido poco contacto con los agentes virales, lo que no les ha permitido crear la inmunidad suficiente para enfrentarlos.
La especialista hace hincapié en que los síntomas de esta enfermedad varían de acuerdo a la edad del afectado por lo que explica tres formas diferentes de manifestar la enfermedad y cuáles son sus riesgos.
Menores de 3 meses: puede haber sólo decaimiento, rechazo alimentario y tos y lo más probable es que se trate de una infección por virus sincicial.
Menores de 1 año: decaimiento, irritabilidad, rechazo de la alimentación, secreción nasal, tos, ruidos en el pecho y fiebre.
Mayores de 1 año: estornudos, fiebre, tos, asociado o no a ruidos bronquiales, pudiendo agregarse dificultad para respirar.
Al respecto, es necesario saber que cuando estos síntomas persisten por más días y no se controlan con medicamentos simples es importante asistir a un servicio de urgencia para monitorear el avance de la enfermedad en cualquiera de los casos.
Fuente / www.clinicasdechile.cl
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